En un marco imponente, Kupal F.C festejó a lo grande. La banda Kupalera se dió el gusto de vivir el "B"icampeonato con todo y saboreó el final del torneo con unos deliciosos Patys cocinados con carbón ajeno. En una tarde verdaderamente sin desperdicios (que incluyó: victoria, vuelta olímpica, fotos, champagne) el gran equipo de cada sábado se transformó en familia y demostró una vez más las claves del éxito: unión, pasión y amistad.
Cerca de las 9:40 am del sábado, la caravana proveniente desde el sur hacía píe en el predio de FOETRA. Los autos, minutos antes, habían dejado de ser simples medios de transportes para convertirse en colectivos de ilusiones. Eran las mismas ilusiones que nacieron allá por septiembre, cuando pensábamos en ganar la serie y lograr un nuevo ascenso. Todos éramos concientes de lo que significada, porque todos teníamos el mismo objetivo.
En ese escenario, arrancó el partido. Melmac, sabíamos, iba a ser complicado. De entrada se planteaba como un equipo duro, bien parado y metedor, con jugadores interesantes. De nuestro lado, saldríamos con todo, la idea era repetir la presión del partido anterior, cuando enfrentamos a Los Ángeles del Oeste. Ésta actitud, tendría nuevamente sus frutos antes del minuto 10. Mauro ejecutó a la perfección un tiro libre desde la derecha y Ary, luego de un rebote y con verdadero instinto de 9 pescador, castigó la red del planeta de Alf. Era el 1 a 0. Arráncabamos de manera increible y ganando casi desde el vestuario. Sin embargo, la diferencia en el resultado duraría bastante menos de lo que muchos pensábamos. El mejor jugador rival fabricó una falta cerca del área Kupalera y el árbitro compró marcando tiro libre. El 25, Acomodó y sacó un derechazo letal, que ni la volada de Maxi pudo evitar. Creo que este fue el peor momento de la tarde para la banda Kupalera. Luego del empate, y por algunos minutos, se notó a un Kupal desconcentrado, pero con suerte de campeón (todavía recuerdo con escalofríos aquél tiro en el travesaño). El final del primer tiempo llegaría de un minuto a otro, como la tranquilidad kupalera luego del temblor. 1 a 1 y al entretiempo.
Sin cambios, arrancamos lo que eran los últimos 40' del final del torneo. Durante el descanso, habíamos hablado de achicar un poco el equipo, ya que estaba demasiado largo. Con esa idea, salimos a la carga buscando el gol que nos acercara a la gloria. A diferencia del primer tiempo, Melmac se había parado más atrás, como intentando evitar que consigamos una victoria (y festejemos ante ellos). De esta manera, y tomando el terreno cedido, Kupal comenzó a edificar lo que sería su victoria y el título de la serie C. En cada pelota dividida, en cada centro, cada jugada estaba marcada por una garra diferente, sea cual fuere el jugador de Kupal. A pesar de esto, no podíamos materializar en números y el empate parecía sellado a fuego. Para colmo, a los 25 minutos, el árbitro anularía un gol legítimo de Luigi, por una supuesta mano luego de un pase magistral del Turco. Pero Luis, que venía con la pólvora mojada, tendría una más. Luego de un corner, Mauro capturó un rebote en el borde del área y sacó un remate fuertísimo que el arquero amigo de Alf no pudo llegar a contener. Luís, despierto como nadie, anticipó a todos y con el arco a su merced facturó el segundo, el tan ansiado gol a poco más de 6 minutos del final. Era el 2 a 1. Era también el ascenso, la copa, el primer puesto, el desahogo de un Luigi que hacía tiempo no mojaba (puta que valió la pena esperarte!!). El festejo, una vez más, fue algo increible. Otro abrazo de esos que nos caracterizan, que además del festejo de un gol muestran realmente cuán unido está éste Kupal...
El final, fue perfecto. El árbitro adicionó 4 minutos y afuera era un delirio total. El banco de suplentes (junto a toda la hinchada) estallaba de felicidad y encendía los primeros fuegos artificiales en forma de festejo. Adentro, se sentía como nunca el placer de ser sangre kupalera miestras se acercaban los últimos segundos. El final se hizo esperar pero llegó. Kupal era el nuevo campeón. El Bicampeón, mejor dicho. Ese mismo que inició la temporada en la serie D y hoy está en la B. Ese de las ilusiones, sí, pero de las ilusiones hechas realidad.
Cerca de las 9:40 am del sábado, la caravana proveniente desde el sur hacía píe en el predio de FOETRA. Los autos, minutos antes, habían dejado de ser simples medios de transportes para convertirse en colectivos de ilusiones. Eran las mismas ilusiones que nacieron allá por septiembre, cuando pensábamos en ganar la serie y lograr un nuevo ascenso. Todos éramos concientes de lo que significada, porque todos teníamos el mismo objetivo.
En ese escenario, arrancó el partido. Melmac, sabíamos, iba a ser complicado. De entrada se planteaba como un equipo duro, bien parado y metedor, con jugadores interesantes. De nuestro lado, saldríamos con todo, la idea era repetir la presión del partido anterior, cuando enfrentamos a Los Ángeles del Oeste. Ésta actitud, tendría nuevamente sus frutos antes del minuto 10. Mauro ejecutó a la perfección un tiro libre desde la derecha y Ary, luego de un rebote y con verdadero instinto de 9 pescador, castigó la red del planeta de Alf. Era el 1 a 0. Arráncabamos de manera increible y ganando casi desde el vestuario. Sin embargo, la diferencia en el resultado duraría bastante menos de lo que muchos pensábamos. El mejor jugador rival fabricó una falta cerca del área Kupalera y el árbitro compró marcando tiro libre. El 25, Acomodó y sacó un derechazo letal, que ni la volada de Maxi pudo evitar. Creo que este fue el peor momento de la tarde para la banda Kupalera. Luego del empate, y por algunos minutos, se notó a un Kupal desconcentrado, pero con suerte de campeón (todavía recuerdo con escalofríos aquél tiro en el travesaño). El final del primer tiempo llegaría de un minuto a otro, como la tranquilidad kupalera luego del temblor. 1 a 1 y al entretiempo.
Sin cambios, arrancamos lo que eran los últimos 40' del final del torneo. Durante el descanso, habíamos hablado de achicar un poco el equipo, ya que estaba demasiado largo. Con esa idea, salimos a la carga buscando el gol que nos acercara a la gloria. A diferencia del primer tiempo, Melmac se había parado más atrás, como intentando evitar que consigamos una victoria (y festejemos ante ellos). De esta manera, y tomando el terreno cedido, Kupal comenzó a edificar lo que sería su victoria y el título de la serie C. En cada pelota dividida, en cada centro, cada jugada estaba marcada por una garra diferente, sea cual fuere el jugador de Kupal. A pesar de esto, no podíamos materializar en números y el empate parecía sellado a fuego. Para colmo, a los 25 minutos, el árbitro anularía un gol legítimo de Luigi, por una supuesta mano luego de un pase magistral del Turco. Pero Luis, que venía con la pólvora mojada, tendría una más. Luego de un corner, Mauro capturó un rebote en el borde del área y sacó un remate fuertísimo que el arquero amigo de Alf no pudo llegar a contener. Luís, despierto como nadie, anticipó a todos y con el arco a su merced facturó el segundo, el tan ansiado gol a poco más de 6 minutos del final. Era el 2 a 1. Era también el ascenso, la copa, el primer puesto, el desahogo de un Luigi que hacía tiempo no mojaba (puta que valió la pena esperarte!!). El festejo, una vez más, fue algo increible. Otro abrazo de esos que nos caracterizan, que además del festejo de un gol muestran realmente cuán unido está éste Kupal...
El final, fue perfecto. El árbitro adicionó 4 minutos y afuera era un delirio total. El banco de suplentes (junto a toda la hinchada) estallaba de felicidad y encendía los primeros fuegos artificiales en forma de festejo. Adentro, se sentía como nunca el placer de ser sangre kupalera miestras se acercaban los últimos segundos. El final se hizo esperar pero llegó. Kupal era el nuevo campeón. El Bicampeón, mejor dicho. Ese mismo que inició la temporada en la serie D y hoy está en la B. Ese de las ilusiones, sí, pero de las ilusiones hechas realidad.
a
Viva el Bicampeón. Viva el fútbol. Viva la amistad bajo tres o cuatro colores en una casaca.
a
Aguante la banda y saludos para todos.
